domingo, 27 de febrero de 2011

Las cosas malas duelen. Eso es un hecho inamovible aquí y en la China popular. Los planetas también dan vueltas alrededor del Sol. Pero por mucho que ambos sean realidades totalmente ciertas, ¿Qué diferencia hay entre ellas?
Cuando haces algo, debes ser consecuente con ello.
Cuando decides algo, debes mantenerte firme.

¿Pero porque cambiamos tanto de opinión? ¿Por qué cuando las cosas van mal queremos volver al nido del que salimos sin darnos cuenta muy bien del porque?

Si te sientes a gusto, si eres feliz, no aspires más alto. Luego pasa lo que pasa pequeño Icaro. Se te queman las alas y caes. Cada vez más rápido y profundo. Y si no sacas las agallas y el valor para gritar lo que quieres en ese momento. No habrá quien te recoja magullado del suelo.

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